Algunos consejos rápidos para aprovechar al máximo esa primera compra.
Los robots no decepcionan. Tras adquirir su primera instalación de robots industriales, una empresa manufacturera recurre una y otra vez a comprar más para automatizar aún más sus fábricas. Dado que los robots impulsan la productividad, la rentabilidad y la calidad, no sorprende su popularidad. De hecho, se estima que...
Según la Federación Internacional de Robótica, en 2020 se utilizarán tres millones de robots industriales en todo el mundo.
Desafortunadamente, los fabricantes pequeños y medianos a menudo se resisten a invertir en su primer robot porque, al fin y al cabo, no son precisamente económicos. Afortunadamente, dar el salto a la automatización no tiene por qué ser un proceso preocupante.
Selección de la máquina. Lo primero es lo primero: ¿qué quiere que haga su robot? La aplicación deseada determina el tipo de robot necesario. Un robot SCARA, por ejemplo, es más adecuado para operaciones compactas de recogida y colocación, mientras que las aplicaciones de paletizado pueden requerir una máquina de seis ejes capaz de manejar una carga pesada.
Dicho esto, se deben considerar varios factores más allá del tipo de robot. Estos incluyen el funcionamiento, la carga útil, el número de ejes, el alcance, la precisión, el tiempo de ciclo y la inercia. También se debe considerar el grado de protección contra la entrada (IP). Este índice define el grado de protección del robot y la carcasa para evitar la entrada de contaminantes como la suciedad y la humedad. El cálculo minucioso de estos nueve parámetros debe ser el primer paso al invertir en un robot.
Puede que lleve mucho tiempo, pero recopilar estos datos y garantizar su precisión agilizará la búsqueda del robot ideal. Este enfoque es preferible a basarse en estimaciones, que pueden tener resultados desastrosos.
Un error común al elegir una máquina es no tener en cuenta las herramientas de extremo de brazo (EOAT) al determinar la carga útil del robot. Las pinzas, taladros y equipos de soldadura pueden añadir un peso considerable al robot, lo suficiente como para que la carga supere su capacidad máxima de elevación. De repente, cálculos deficientes resultan en una máquina demasiado débil para cumplir su función.
Compra de su robot. No se deben hacer estimaciones presupuestarias. Las inversiones en robots suelen superar con creces el precio inicial. La fábrica podría necesitar una celda de trabajo separada o unidades de potencia adicionales antes de que el robot pueda ponerse en funcionamiento. Además, existen gastos variables como mano de obra, energía, materiales y mantenimiento continuo. Todos son necesarios para que el robot siga funcionando.
De hecho, al investigar el costo real de la robótica, el Boston Consulting Group sugiere que los fabricantes deberían presupuestar para un robot funcional un precio al menos tres veces mayor que el del robot mismo.
No dude en pedir orientación para determinar el costo y los nueve parámetros que requiere su robot. Los proveedores de robots no son como los vendedores de autos usados del mundo de la automatización, y cualquiera que se comporte de esa manera debe ser evitado.
Programar tu robot. Desembolsar dinero no es necesariamente la parte más abrumadora de una inversión en robots. Un problema más común que enfrentan los fabricantes es el desconocimiento de los lenguajes de programación. Aunque instalar un robot no suele ser tan sencillo como conectarlo y listo, la mayoría tampoco requiere grandes conocimientos de programación.
Las herramientas de simulación potentes pero sencillas con programación sin conexión pueden ser útiles. Sin embargo, también es fundamental decidir quién será responsable del mantenimiento del robot y de su entrenamiento. Optar por un software de robot fácil de programar garantiza que la programación y el control del robot sean sencillos, incluso para los ingenieros que se embarcan en su primer proyecto de robótica industrial.
Combinado con una consola de programación (una caja de control para programar los movimientos del robot), realizar tareas de mantenimiento y ajuste rutinarias se vuelve muy sencillo. De hecho, más del 90 % de los robots utilizan estas herramientas. Para técnicos e ingenieros, esto los convierte en una herramienta de alta tecnología que no intimida.
Hora de publicación: 19 de febrero de 2021